martes, 28 de febrero de 2012

De cómo acabamos aquí...

Por suerte o por desgracia, llevo muchos años en la facultad de Derecho, y casi tantos en nuestra querida asociación. Mucha gente más joven me pregunta muchas veces por diferentes épocas, diferentes personas que ya no están, o por cosas que se hacía antes y ya no... Pero mi historia favorita es la de mi primer día en el Reino.

Era nuestro primer día de segundo curso. El año anterior, Luis (a la postre Mini Luis) y yo habíamos coincidido en clase en turno de tarde. Tampoco es que fuéramos grandes amigos (todavía) o nos conociéramos con mucha profundidad (de hecho el año anterior habíamos hablado más bien poco, y únicamente en la recta final del curso), pero volvíamos a estar juntos en el mismo grupo en segundo, y esta vez de mañana.

La cosa es que en un momento dado entre clase y clase, Luis se sacó para leer el recién sacado a la venta Codex: Guardia Imperial de Warhammer 40000 (el anterior al actual) y yo no pude evitar fijarme. Evidentemente le pregunté si efectivamente jugaba a ese juego, y me dijo que así era a lo que añadió con cara mezcla de estupefacción y alegría: "¿tú también?". Esa mañana nos la pasamos entera hablando de lo que teníamos y no teníamos cada uno (para enfado de nuestra querida compañera de clase Saray, a la que dejamos un tanto marginada de la conversación) y ahí comenzó la profunda amistad que hay entre nosotros hasta día de hoy, porque hasta ese momento éramos únicamente conocidos (tiene huevos, ¡el Warhammer nos unió!).

Cuando ya nos íbamos para casa (con Saray con mala cara y rezongando sobre nuestros "muñequitos") vimos en el hall de la facultad, un enorme cartel con unos dibujos de un caballero medieval y un dragón con unas letras que decían: "Rol, wargames, cómic, ajedrez, juegos... AC Reino de Arckham. Donde se juntan realidad y fantasía. Pasillo de asociaciones". Evidentemente, Luis y yo nos miramos pensando lo mismo: ¿dónde está el pasillo de asociaciones? Porque ¡hay que ir a ver eso!

Así pues, al día siguiente, aprovechamos una hora libre para dejarnos caer por el Reino a echarle un ojo. Mientras íbamos, ambos comentamos que nos parecía raro no haber visto ese cartel el curso anterior, porque evidentemente nos habríamos fijado (más tarde nos enteramos de que, dado que ambos habíamos comenzado por razones que no vienen al caso nuestro primer curso con retraso, había finalizado la campaña de captación de nuevos socios de las primeras semanas, y ya no estaba colgado el cartel cuando nosotros empezamos a ir a clase). Y así, charlando de frikeces, llegamos ante la puerta del Reino y llamamos para entrar...

Lo primero que vimos fue a la persona que nos abrió la puerta, que no era otra que Carmen. Llevaba puestos unos guantes de goma y una escoba en la mano. Ante la pregunta de quién éramos y qué queríamos, le contestamos que habíamos visto el cartel del hall y que teníamos interés en ver como era aquello. A ella se le puso una sonrisa malvada en la cara y, al tiempo que nos invitaba a entrar nos dijo algo así como: "Os interesa esto, ¿no? Bueeeeeeno... pues echadme una mano con la limpieza (tendiéndonos la escoba) y os voy explicando...". Pero, gracias a Dios, apareció Raúl diciéndole a Carmen que cómo se le ocurría hacer aquello con unos pobres incautos qué querían informarse sobre la asociación.

Resulta que habíamos llegado en plena jornada de limpieza intensiva tras el parón de las vacaciones de verano, y estaba todo aquello un poco manga por hombro. Aún así, Raúl estuvo explicándonos como era la asociación. A mí, la verdad, el local me impresionó. La distribución era muy diferente de la actual (a lo largo de estos años ha cambiado muchas veces), con unos tableros que me impresionaron (hasta entonces yo sólo había visto ese tipo de tableros en las tiendas de Games Workshop; en mi casa o las de mis amigos jugábamos al Warhammer en el suelo, o en la mesa del salón o la cocina), estanterías llenas de juegos de mesa y de rol, enormes mesas para jugar a mogollón de cosas... En ese mismo instante supe que me quería quedar allí, que quería ser socio.

No recuerdo a todos los que conocí ese día, aunque sí que me acuerdo de algunos de los que estaban, además de los ya mencionados Carmen y Raúl: estaba Borja (Masterfiestas, que se echó un ajedrez con Raúl), estaba Gonzalo (que también acababa de llegar, y estaba pintando su caballero andante de Gamezone con un esquema de color violeta para su ejército de Bretonia de Warhammer Fantasy, y que ni a Luis ni a mí nos gustó demasiado), estaban Dani y Rodrigo, dedicándose a la elaboración de la catedral (el mayor elemento de escenografía del Reino, tardamos tres años en realizarlo por completo, por aquel entonces acababan de empezar su construcción), por ahí pululaban también Ramón y Álvaro... Muchos de ellos siguen siendo a día de hoy grandes amigos, que es sin duda lo mejor que he sacado de mi querida asociación.

Al cabo de una semana, ya estábamos apuntados a la campaña de Warhammer 40000 que se iba a llevar a cabo durante ese año como actividad interna, y apuntados y colaborando para la primera actividad pública del curso, el Torneo de Mus; habíamos conocido al resto de miembros y al resto de nuevos de ese curso (el curso que más gente nueva entró al Reino que se recuerda); Luis (que ya no era Luis sino Mini Luis) jugaba cada día como loco al Blood Bowl con Enric y otro nuevo, Borja, y había hablado con Dani para entrar en su partida de rol de Reinos Olvidados de los jueves de Los Heraldos de la Tormenta (yo entré también al año siguiente)... en fin, que nos habíamos adaptado y acomodado, nos caía bien la gente y el ambientillo, y ya nos quedamos ahí durante años. Yo mismo, años después y tras haber completado el Cursus Honorum  del Reino (vocal de limpieza, secretario, tesorero, presidente, ex presidente), sigo pasándome por la asociación (por desgracia cada vez menos) porque desde ese primer día me sentí como en mi casa.

4 comentarios:

  1. Deberías cambiar el título de la entrada por algo así como "TEO va al Reino" XDDDD

    Ahora en serio, muy buena entrada, lo mismo en unos días anda mi primer día por aquí tambien ;)

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  2. Muchas gracias! Pero será mejor que las historietas de abuelo cebolleta me las dejes a mí... de momento, claro... jejejejeje

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  3. Buenas, Teo.

    Por curiosidad y nostalgia he buscado en google. Yo fui uno de los fundadores del club. Si buscas en las actas estaré allí, JF Anguita, pero allí se me conocía como "Perro Viejo" o como "Old Dog". Allí pasé muchos buenos momentos (y aún así logré licenciarme, jajajaja) y me alegra saber que aún sigue en funcionamiento.

    Un saludo de un veterano

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    1. Madre mía, revisando todo esto hemos visto tu comentario. Destacar que los que escribieron esta entrada ya ni están por aquí...


      El reino sigue, crece y se regenera y ya vemos que lo de los motes nunca falla :p

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